Es un tratamiento consistente en la introducción de un espermatozoide en el interior de un óvulo maduro para fecundarlo, técnica que desde 1992 revolucionó la reproducción asistida al facilitar la fertilización.
La microinyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) consiste en la inyección de un único espermatozoide debidamente seleccionado en el interior de un óvulo maduro para conseguir su fecundación. Sin ninguna duda, es la técnica de reproducción asistida (TRA) más empleada, ya que vino a resolver con éxito la mayoría de los problemas de infertilidad de causa masculina, puesto que con una mínima cantidad de espermatozoides se puede lograr la fecundación de los óvulos, pues se necesita tan solo un espermatozoide por cada óvulo.
Por sus elevadas y permanentes tasas de éxito para lograr la fecundación (70-80 %), la técnica ICSI no ha variado sustancialmente desde sus inicios. El equipo necesario consta de un microscopio invertido, con una óptica específica (óptica Hoffman) y una placa calefactada a 37 °C. A este microscopio van unidos los micromanipuladores que nos permiten movimientos en tres dimensiones, tanto de la micropipeta que sujeta al óvulo como de la que microinyecta al espermatozoide. La movilidad espermática, así como la experiencia del embriólogo que realiza la técnica, son los dos parámetros más importantes para garantizar la eficacia de esta.
La realización de la ICSI tiene que estar basada en un estudio de fertilidad exhaustivo de la pareja, siendo la principal indicación la patología masculina grave. Las indicaciones más importantes son:
En los casos de azoospermia y de aneyaculación se pueden obtener los espermatozoides necesarios para ICSI directamente del testículo por punción testicular o biopsia. En azoospermia no obstructiva u oligozoospermia grave (< 5 millones/ml) debe solicitarse cariotipo y microdeleciones del cromosoma Y, en caso de ausencia de conductos deferentes se descartará la existencia de mutaciones del gen de la fibrosis quística. Pueden también ser necesarias las técnicas de FISH de los espermatozoides, el estudio de la fragmentación del ADN espermático (TUNEL), de la apoptosis espermática (MACS) y de la meiosis del espermatozoide.
Es importante destacar que el hecho de que un óvulo sea maduro por su morfología, presentando un corpúsculo polar, no implica que obligatoriamente vaya a ser fecundado. Simplemente, es un candidato, pues la fecundación depende de múltiples factores, entre los que se encuentran la calidad intrínseca del óvulo y/o del espermatozoide.