Consulta del Fallo de Implantación Embrionario y Aborto a Repetición

Fallo de implantación y aborto a repetición

Son la no consecución de un embarazo viable tras tratamientos de FIV. Comprende tanto a aquellas pacientes que no se embarazan, como aquellas que lo hacen pero sufren un aborto temprano, y aquellas que se embarazan naturalmente y abortan. 

Causas del fallo de implantación embrionario y de aborto a repetición

Al momento desconocemos muchos de los procesos que culminan con una correcta implantación embrionaria y dependen de la paciente, su pareja y el embrión. Algunas causas son maternas, pero la mayoría son embrionarias y no siempre las podemos diagnosticar ni tratar satisfactoriamente, de ahí la incertidumbre y angustia de la paciente cuando los médicos no encuentran la causa, a pesar de que en los últimos años se han hecho grandes progresos en este campo.

Un estudio correcto del fallo de implantación embrionario requiere una valoración multidisciplinaria; por ello en el IQUI creamos una consulta especializada en estos trastornos que incluye a ginecólogo, andrólogo, endocrinólogo, biólogo molecular, genetista y embriólogo. Así como una consulta especializada en inmunología de la reproducción.

Estudio para el diagnóstico y tratamiento del fallo de implantación embrionario y aborto de repetición

Factor femenino

Se han producido nuevos avances en el estudio del fallo de implantación embrionaria, sin conocer totalmente la causa femenina que lo ocasione.

La ecografía tridimensional en manos de ecografistas expertos y con equipos sofisticados permite descartar anomalías anatómicas del útero y otras patologías como la adenomiosis, que afecta la receptividad endometrial.

Los estudios inmunológicos pueden ser de ayuda, por lo que también los tomamos en cuenta, a pesar de que los tratamientos que de ellos se derivan a menudo no nos aportan significativamente; sin embargo, y dado que es un campo en constante investigación, en el IQUI contamos con una consulta de inmunología reproductiva que evalúa esta causa.

También realizamos el estudio del microbioma uterino, de los microorganismos que habitan esta cavidad, para normalizar en el caso de que esté alterado, como en el caso de infecciones que muchas veces son subclínicas y alteran la receptividad endometrial.

Factor masculino

Se estudia mediante exploración física andrológica, cariotipo (estudio del número, estructura, disposición y exceso o defecto de los cromosomas), fragmentación del ADN espermático y estudio de los cromosomas del espermatozoide (FISH), en el que se evalúan 1000 espermatozoides para conocer su dotación cromosómica y determinar el riesgo de transmisión de anomalías cromosómicas de origen paterno a la descendencia.

El ginecólogo puede recomendar el estudio de la meiosis espermática si observa parámetros seminales anormales como causa de fracasos previos en las técnicas de fertilización in vitro, fallos de implantación o abortos a repetición. En el proceso de la meiosis, las células madre precursoras de los espermatozoides dividen su carga genética para pasar de 46 cromosomas a 23. Si en esta fase se producen alteraciones, estas pueden afectar a la dotación cromosómica del espermatozoide y, por tanto, justificar fallos de fecundación, desarrollo embrionario anómalo, fallo de implantación y abortos tempranos. Se requiere de una pequeña biopsia testicular, aunque en ocasiones se puede estudiar en el eyaculado, evitando la misma. Su resultado contribuirá a seleccionar el tratamiento más adecuado.

Factor embrionario

Pero es sin duda alguna en el factor embrionario donde se han logrado los mayores avances. Este factor es el responsable en la mayoría de los casos de fallo embrionario implantatorio y de aborto a repetición, a pesar de tener los padres un cariotipo normal, debiéndose a anomalías embrionarias o a una selección inadecuada de los embriones transferidos.

 

No hay que olvidar que el embrión procede de la combinación de dos células reproductoras: el espermatozoide y el óvulo, por ello el cuidado meticuloso en su procesamiento, la estricta vigilancia en su desarrollo, las mejores condiciones de cultivo en el laboratorio, y la delicada y minuciosa transferencia al útero materno deben tenerse presentes a la hora de explicar fallos previos.

Actualmente disponemos de técnicas de biología molecular (PCR) y genética que nos permiten analizar en su totalidad el genoma embrionario (todos los cromosomas), puesto que la causa más frecuente de fallo implantatorio y aborto precoz es la alteración en el número y disposición de los cromosomas embrionarios.

La transferencia de embriones euploides  (cromosómicamente normales), hace que la tasa de embarazo sea la misma independientemente de la edad materna y reduce notablemente el riesgo de aborto; es decir, siempre que transferimos embriones libres de anomalías cromosómicas, la paciente tendrá la misma posibilidad de éxito independientemente de su edad.

La técnica conocida en sus siglas inglesas como preimplantation genetic testing for aneuploidy (PGT-A), efectuada alrededor del quinto día de desarrollo embrionario (blastocisto), muestra una gran eficacia para responder a las preguntas más relevantes para los pacientes y médicos: ¿por qué no implantan los embriones?, ¿por qué se abortan repetidamente?, ¿vale la pena repetir el tratamiento?, ¿es tiempo de dejar o de cambiar el tratamiento?.

Scroll al inicio
× ¿En qué podemos ayudarle?
Índice