¿Cuándo Acudir a la Consulta Médica de Infertilidad?
Una pareja debe acudir a consulta tras un año de relaciones sexuales regulares sin utilizar ningún método anticonceptivo (anticoncepción hormonal con píldoras, parches o anillos, DIU, preservativo o coito interrumpido). Este tiempo se reduce a 6 meses en mujeres mayores de 35 años. De la misma forma, en parejas en las que la mujer es más joven y no concurren en su historia circunstancias agravantes, postergar el estudio puede ser aceptable siempre y cuando la situación emocional de la pareja lo permita.
Sabemos que la probabilidad de gestación durante un ciclo menstrual no es del 100 % ni siquiera en parejas consideradas muy fértiles. Por tanto, es muy conveniente darle una oportunidad suficiente a la naturaleza antes de tener una sospecha razonable y realizar estudios. Se considera que la probabilidad de embarazo en parejas sin ningún problema es del 25 % por mes y que, en condiciones normales, aproximadamente el 85 % de las parejas que no se cuidan consiguen el embarazo durante el primer año. En ocasiones, a pesar de haber transcurrido solo unos meses desde el inicio de la búsqueda, si la pareja decide iniciar el estudio, puede ser necesario hacerlo. En algunos casos, la incertidumbre crea una situación de ansiedad en la pareja que puede llevar al deterioro de su relación, siendo la realización de algunas pruebas diagnósticas y la conversación pausada con el ginecólogo y la psicóloga apropiadas para mitigar esa situación emocional.
Muchas parejas que no han conseguido la gestación durante el primer año de búsqueda quedan embarazadas durante el segundo. Sin embargo, la probabilidad de conseguirlo sin ayuda es mucho menor y, por tanto, es razonable realizar una serie de pruebas para hacer una evaluación global del caso y planear una estrategia, que no significa necesariamente realizar un tratamiento de reproducción asistida, pero sí dar pasos dirigidos.
En algunos casos la historia clínica nos hace sospechar o incluso tener la seguridad de que el embarazo no va a suceder de forma natural. Este sería el caso de varones con problemas testiculares en la infancia, operados por tumores testiculares, mujeres con diagnóstico de fallo ovárico y por supuesto cuando se trata de una mujer que busca ser madre sola o una pareja en la que alguno de ellos ha sido sometido a esterilización voluntaria (ligadura de trompas o vasectomía).
¿Cuándo consultar al médico especialista?
Cuando tras un período de relaciones sexuales sin protección anticonceptiva no se produzca el embarazo en un año si la pareja femenina es menor de 35 años, a los seis meses si tiene entre 35 y 40, de manera inmediata cuando la edad sobrepase los 40 y sin demoras, igualmente, cuando existen antecedentes médicos en la historia clínica del varón que nos orienten a una probable afectación testicular; como en el caso de operaciones en la infancia para corregir malformaciones de los genitales: hipospadias (que afectan al pene), criptorquidia (descenso incompleto o nulo de los testículos en el escroto), o existencia de disfunción sexual.
Hasta hace unas décadas las posibilidades de tratamiento eran escasas y se recurría a semen de banco pues era la única opción; hoy, con la FIV e ICSI y las técnicas asociadas para la obtención de espermatozoides como la biopsia testicular y la aspiración de espermatozoides del epidídimo, etc. se pueden obtener estos, por lo que la utilización de semen de donante prácticamente está destinada para pocos casos.