FIV Clásica

La fertilización in vitro (FIV) es una técnica de reproducción asistida de alta complejidad, que consiste en la fecundación del óvulo en condiciones de cultivo in vitro, de manera general consta de los siguientes pasos: estimulación ovárica controlada, aspiración ovocitaria, preparación de los gametos, inseminación de los óvulos (colocación de los espermatozoides alrededor de los óvulos), formación de embriones y transferencia de los mismos a la cavidad uterina. 

Está indicada para el tratamiento en pacientes con daño tubárico severo, factor masculino afectado no grave, fallos de inseminación con semen de pareja o de donante, alta respuesta ovárica en ciclo de inseminación, disfunción ovárica, endometriosis, esterilidad de origen desconocido, etc. 

En esta técnica, los espermatozoides de preferencia obtenidos en fresco y debidamente capacitados, son colocados directamente alrededor del óvulo a las 4 o 6 horas de haber sido aspirado, óvulo que no ha sido decumulado y, por tanto, se encuentra rodeado por las células del cumulus y de la corona. A pesar de ser un proceso artificial, la fecundación se da igual a como si estuviera produciéndose de manera natural en la ampolla de la trompa de Falopio. 

Para que luego de una FIV podamos tener un buen número de embriones, es necesario contar con un buen número de óvulos, igualmente que el semen capacitado tenga una movilidad mayor a 68 % de movilidad progresiva rápida, un 3 % de formas normales y una concentración mayor a 1 millón de espermatozoides/ml. 

¿Qué riesgo tengo de embarazo ectópico tras fertilización in vitro (FIV)?

Hablamos de embarazo eutópico cuando este normalmente se aloja en el fondo y la pared posterior de la cavidad uterina, y decimos que es un embarazo ectópico (EE) cuando se ha implantado fuera de esta cavidad, su incidencia es del 0,5 al 1 % en los embarazos normales, aunque hay situaciones en que es más frecuente como cuando hay antecedentes de patología tubárica (infección por chlamydia), antecedentes de embarazo ectópico, antecedentes de cirugía pélvica, historia de enfermedad inflamatoria pélvica, endometriosis, después de técnicas de reproducción asistida con estimulación ovárica controlada, etc. En el  97 % de los casos, los embarazos ectópicos se localizan en las trompas, los dos tercios lo hacen en la ampolla, un tercio en el istmo y solo un 2 a 3 % en la porción intersticial, sin poder ser gestaciones evolutivas.

En la fertilización in vitro podría aumentar la incidencia de esta patología de un 4 % a 6 % cuando se transfieren embriones en fresco, probablemente debido al aumento de peristaltismo tubárico, a un exceso de medio de cultivo en el que se colocan los embriones para su transferencia, excesiva fuerza en la expulsión de los embriones, excesiva manipulación del útero, o al contacto del catéter con el fondo uterino, que estarían relacionados con cambios en la dinámica de fluidos intrauterinos, estimulando así la contractibilidad uterina, que también podría estar alterada debido a un aumento de los niveles de progesterona, elevándose el riesgo de embarazo ectópico. Estas situaciones son muy tenidas en cuenta en nuestra unidad, por lo que realizamos transferencias embrionarias personalizadas y con técnica depurada a objeto de evitar esta complicación. 

La literatura describe que la incidencia de embarazo ectópico disminuye hasta valores de un 2.2 % cuando en los ciclos de transferencia se transfieren embriones descongelados versus embriones en fresco. 

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