Proceso por el que se vitrifican los embriones de buena calidad en estadio de blastocisto (quinto día) resultantes de los tratamientos de fertilización in vitro, procedimiento que se realiza de forma rápida, para evitar la formación de cristales intracelulares que los puedan dañar. Esta técnica permite realizar posteriormente una transferencia embrionaria sin necesidad de efectuar una nueva estimulación ovárica.