Es la falta de descenso de uno o ambos testículos detectada al nacimiento, se debe a una endocrinopatía que desencadena una localización anómala testicular. Se recomienda realizar la orquidopexia, entre los 6 y 12 meses de edad y como máximo a los 18 meses, a objeto de evitar el daño testicular en la posterior producción de espermatozoides.