Deseo ser madre después de los 40 años
La edad de la mujer es un factor determinante en el éxito o fracaso en los tratamientos de reproducción asistida. Sabemos que la fertilidad de la mujer empieza a disminuir en forma abrupta a partir de los 35 años. Se acepta que la fecundidad mensual de la mujer pasa de un 8 % a los 35 años, al 3 % a los 38 años. A esta edad, el porcentaje de mujeres definitivamente infértiles puede llegar a un 50 %. Sin embargo, la sociedad actual somete a la mujer joven a una gran presión profesional, obligándola a retrasar la edad de la concepción. Cada vez son más frecuentes las consultas por deseo de gestación más allá de los 40, periodo que podríamos considerar pre menopáusico. Por estas circunstancias actualmente existe consenso de que, en pacientes mayores de 35 años, tras 6 meses de relaciones sin protección y sin conseguirse embarazo, se debe iniciar el estudio de infertilidad.
El porcentaje de embarazo en mujeres mayores de 40 años con reproducción asistida se ubica entre el 15 y 20 %, aproximadamente 1 de cada 3 mujeres en tratamiento de fertilización in vitro no alcanzará un estado de crecimiento folicular óptimo, obteniéndose pocos óvulos maduros luego de la aspiración, los mismos que también serán de baja calidad, obteniéndose embriones de baja calidad, a lo que se añade una tasa de implantación disminuida y una alta tasa de aborto. Cuando se consigue el embarazo en estas pacientes es recomendable realizar el estudio de ADN fetal en sangre materna a partir de las 10 semanas de gestación, para descartar anomalías genéticas o cromosómicas fetales. Estos conceptos nos conducen a recomendar a estas pacientes la ovodonación con la que aumentan la tasa de gestación y de recién nacido vivo, alcanzando hasta el 50-60 % por cada ciclo de FIV con óvulo donado. Igualmente en estas pacientes es recomendable la terminación del embarazo mediante cesárea.
A las mujeres mayores de 40 años que buscan embarazo se les recomienda realizarse los exámenes generales de sangre, una mamografía y el screening de enfermedades crónicas relacionadas con la edad, como dislipidemia, diabetes mellitus e hipertensión arterial. Cuando la mujer logra su primer embarazo a los 40 años se la denomina (gestante añosa), no por la edad cronológica de la paciente, sino como una alerta por las complicaciones que puede ocasionarle el estado de gestación. Estas pacientes son más proclives de presentar durante el embarazo: preeclampsia, eclampsia, hipertensión gestacional, tromboembolismo, diabetes, placenta previa, parto prematuro, retardo de crecimiento intrauterino, bajo peso al nacimiento, etc., requiriendo obligatoriamente un estricto control médico.
Por lo analizado y por los estudios existentes podemos concluir que es prudente y oportuno sugerir a la paciente que no decide buscar un embarazo hasta los 35 años, crio preserve sus óvulos, con la posibilidad de lograr un embarazo con sus propios genes, previniendo el desgaste psicológico y económico futuro cuando no se toma este tipo de prevención y se tiene que recurrir a técnicas alternativas de reproducción asistida para lograr una gestación.