Blastocisto

Es un embrión de 5 a 6 días de desarrollo posfecundación, con un tamaño aproximado de 0.3 mm a 0.4 mm, constituido por aproximadamente 200 células, tiene dos tipos de estructuras celulares: la masa celular interna que forma el embrión y el trofoectodermo que formará la placenta y las membranas amnióticas. Su desarrollo avanzado le confiere características que le permiten implantarse en el interior del útero con posibilidades de embarazo de hasta un 80 %.

Su formación comienza cuando el embrión tiene de 16 a 32 células, correspondiendo a la nueva disposición morfológica de este, que se produce después de la compactación celular en que las células pierden su identidad; empezando a formarse una cavidad llamada blastocele, siendo la posición de las células con relación a esta cavidad la que influye en la posterior diferenciación celular. Las más externas del macizo son las células endodérmicas epiteliales primitivas, denominada masa celular interna (MCI) que formarán el embrión, en tanto que las células que rodean al blastocele son el trofoectodermo (TE) o trofoblasto y formarán la placenta y los tejidos extraembrionarios (amnios y corion). Estas células son las que normalmente se biopsian para realizar el examen de diagnóstico genético preimplantacional.

Para evaluar y clasificar la calidad de un blastocisto se toman en cuenta su tamaño o expansión de la cavidad o blastocele y la morfología de la masa celular interna (MCI) y el trofoectodermo (TE).

El hecho de que un embrión llegue a un estadio de blastocisto, nos indica que este ha tenido la mejor evolución natural, lo que se evidencia por su mejor calidad morfológica y cinética, aspectos muy favorables para una exitosa transferencia embrionaria.

Ventajas de transferir un blastocisto para lograr un embarazo

  1. Es posible realizar una mejor selección de embriones, ya que estos han superado posibles bloqueos de desarrollo que se producen de manera habitual en fases tempranas, esta selección natural nos permite reducir a 1 el número de blastocistos en cada transferencia, evitando las gestaciones múltiples, por esta misma selección los blastocistos presentan menor porcentaje de alteraciones cromosómicas o aneuploidías.
  2. Los actuales medios y condiciones de cultivo permiten alcanzar porcentajes de formación de blastocistos superiores al 60 %.
  3. Las actuales técnicas de vitrificación aseguran la realización de congelación y descongelación de embriones en estadio de blastocisto, con excelentes tasas de supervivencia y grandes posibilidades de embarazo.
  4. Permite una sincronización adecuada entre el embrión y el endometrio, ya que en un ciclo natural es en este estadio cuando el embrión alcanza la cavidad uterina.
  5. Permitir la realización de una biopsia embrionaria, para diagnóstico genético preimplantacional (PGT-A, PGT-M) sin que se dañe el embrión.

Clasificación de los blastocistos

Se la realiza con base en los parámetros morfológicos que se pueden identificar en los embriones de quinto día de desarrollo (blastocistos), cambios que se manifestarán favorable o desfavorablemente en la implantación del embrión. En la valoración dinámica de blastocistos de quinto día, de acuerdo con la clasificación de la ASEBIR (Asociación Español de Medicina Reproductiva), estos se clasifican en 4 categorías A, B, C, D en función de las características de la masa celular interna, del trofoectodermo y el grado de expansión del blastocele (cavidad llena de líquido limitada por la masa celular interna y el trofoectodermo).

Categoría A

Los de máxima calidad, por lo tanto, tendrán mayor capacidad para implantar y dar lugar a un embarazo.

Categoría B

De buena calidad y elevada capacidad para implantarse.

Categoría C

Con una calidad media y capacidad disminuida para dar parte a un embarazo.

Categoría D

Los de peor pronóstico, recomendándose no transferirlos.

A partir de un grado 3, se establece un criterio morfológico para evaluar la MCI y el TE en tres categorías, de mejor a peor calidad en función del número de células y de su cohesión y aspecto (A, B y C). Las mejores tasas de gestación se obtienen transfiriendo blastocistos de una calidad 4AA o superior.

En casos de igualdad, se pueden seleccionar los mejores con ciertos criterios, entre estos: el grosor de la capa externa o zona pelúcida, la existencia de signos de eclosión y el desarrollo del blastocisto en estadios previos.

La experticia de la/el embriólogo es muy importante para llevar a cabo una correcta clasificación de los blastocistos y poder siempre transferir al útero materno el mejor embrión.

Divisiones normales y anormales de los embriones

El éxito de una técnica de reproducción asistida es el nacimiento de un niño sano, para aumentar la tasa de éxito de estas técnicas, se aíslan y cultivan los gametos de la mejor manera posible, distinguiendo su potencial y transfiriendo en condiciones óptimas 1 o 2 embriones. El único método de que dispone el embriólogo actualmente sigue siendo la observación detenida y experimentada de los embriones disponibles.

La observación del proceso de división embrionaria está establecida para valorar si los embriones siguen divisiones normales o no, esto debido a que la sucesiva selección embrionaria por la/el embrióloga/o es un proceso dinámico, ya que los embriones no están estáticos y varían a lo largo del tiempo que están en cultivo. Esta observación y valoración de cada embrión debe realizarse diariamente a horas determinadas con un microscopio invertido de 600 aumentos, con un objetivo modular y en platina calefactada.

Evolución del desarrollo embrionario

En su desarrollo, el embrión sigue la siguiente evolución tras la inseminación FIV o microinyección que se toma como día 0 (en este día los óvulos fueron aspirados o desvitrificados).

Día 1: los pronúcleos materno y paterno aparecen entre las 16 horas en la FIV clásica y a las 18 horas en la ICSI.

Día 2: a las 24-27 horas siguientes, se espera encontrar un embrión en 4 a 6 células.

Día 3: a las 23-27 horas siguientes, se espera encontrar un embrión de 8 células.

Día 4: a las 27-31 horas siguientes, se espera encontrar un embrión de 16 a 32 células, debiendo estar estas compactadas, denominándose a este embrión mórula (por su parecido a una mora).

Día 5: la última observación se lleva a cabo entre las 18-24 horas, debiendo encontrarse el embrión en estadio de blastocisto, con aproximadamente 200 células.

Estas características sirven como referencia, ya que no siempre todos los embriones dividen de igual forma, razón por la que no se los deberá considerar inicialmente de mala calidad o que no serán capaces de dar lugar a un embarazo evolutivo y a término. Los embriones, como toda célula, tienen un tiempo de división individual, y que dependerá del momento en que sea examinado. Pudiendo encontrarse embriones en 2 o 5 células cuando deberían estar en 4, o encontrar embriones en 6, 7 o 9 células cuando deberían estar en 8, o incluso embriones que inician cavitación cuando deberían estar en blastocisto, pero todos ellos son embriones que pueden transferirse al útero, siendo viables, consiguiéndose un embarazo con evolución normal.

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