Muchas personas pueden estar infectadas por Chlamydia sin saberlo porque no tienen ningún síntoma, tanto es así que se le ha denominado “epidemia silenciosa”, siendo esta característica más frecuente entre las mujeres jóvenes. Se considera que el 75 % de las mujeres y el 50 % de los hombres infectados no presentan síntomas de infección.
Cuando se produce el contagio, la bacteria asciende por el aparato genital femenino y puede causar uretritis, bartolinitis, cervicitis, endometritis, sangrado uterino irregular intermenstrual, salpingitis y enfermedad pélvica inflamatoria.