Edad paterna y reproducción

Edad avanzada del varón e infertilidad

El deseo reproductivo en el hombre actual por factores socioculturales tiende a manifestarse a partir de los 35 años, edad en la cual la capacidad reproductiva del varón también tiende a disminuir, a semejanza con la de la mujer, pero de forma menos dramática. El envejecimiento reproductivo del hombre es un complejo fenómeno multifactorial, que conlleva una disminución de la actividad sexual, además de la alteración de parámetros seminales clásicos (concentración, movilidad y morfología), incremento de la fragmentación del ADN espermático, del porcentaje de espermatozoides con aneuploidías (dotación cromosómica anormal), del porcentaje de espermatozoides apoptóticos (envejecidos), un mayor riesgo de aparición de patologías en la descendencia como mutaciones de novo (mutaciones que aparecen por primera vez) y/o cambios epigenéticos (cambios en la función de los genes sin una modificación en la secuencia del ADN que los compone).  

Esta declinación fisiológica en la salud física y reproductiva del hombre denominada andropausia, afecta tanto a la espermatogénesis como a la producción hormonal, en especial de testosterona que se expresa en una disminución del deseo sexual. Los parámetros seminales que se ven afectados con la edad son: disminución del volumen del eyaculado, disminución de la movilidad espermática y en menor grado de la morfología.

Estos cambios que ocurren con la edad son el resultado de:

  • Disminución del volumen testicular y del número de células de Sertoli, de Leyding y de su respuesta a la hormona LH; incremento del tejido conectivo y esclerosis de los tubos seminíferos.
  • Envejecimiento del eje hipotálamo-hipófisis-testículo, con alteración en la función neuroreguladora de GnRH (hormona liberadora de las hormonas sexuales FSH, LH) y en la amplitud y frecuencia de los pulsos secretores de la hormona LH.

Riesgos genéticos en la descendencia asociados a la edad avanzada del varón

La edad avanzada del varón se relaciona con un incremento del riesgo de enfermedades genéticas en la descendencia que podría explicarse por:

  • Aumento de las divisiones asimétricas premeióticas espermáticas (estas divisiones deben ser simétricas), tanto en la fase de espermatocito primario o en la fase de espermatocito secundario. sobre todo, a partir de los 50 años, debido a un mayor estrés oxidativo a nivel testicular.
  • Las mutaciones acumuladas en el ADN espermático que aumentarían en 2 cada año en los pacientes de edad avanzada.
  • Cambios epigenéticos, con la edad se incrementa las alteraciones en los procesos epigenéticos fundamentales (metilación del ADN, modificación de histonas o remodelación de la cromatina), desencadenándose de manera inadecuada el mecanismo para inactivar genes como los de la supresión tumoral aumentando el riesgo de cáncer en la descendencia. También se altera el imprinting genómico (impresión genómica), expresándose los genes en forma monoalélica (uno de los alelos está silenciado), perdiéndose la protección que proporcionan el diploidismo frente a las mutaciones recesivas
  • Longitud de los telómeros (extremos de los cromosomas, cuya función principal es la estabilidad estructural de los cromosomas), la edad avanzada del varón tiene fuerte correlación con una mayor longitud de los telómeros en la descendencia, que incrementaría el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer como el de mama o el glioblastoma.
  • Aneuploidías cromosómicas normalmente el porcentaje de espermatozoides aneuploides es el del 10 %, se incrementa con la edad a partir de los 50 años, aumentando el riesgo para la trisomía 21 (al doble para nacidos de padres mayores de 50 años) y el síndrome de Klinefelter 47XXY.
  • Fragmentación del ADN espermático, sobre todo a partir de los 40 años por un mayor estrés oxidativo a nivel testicular y alteración en la apoptosis (envejecimiento) espermática.

La edad avanzada del varón también tiene relación con el padecimiento de algunas enfermedades en la descendencia siendo las más frecuentes: esquizofrenia, trastorno bipolar, autismo, acondroplasia, síndrome de Apert, síndrome de Marfan, neurofibromatosis tipo 1, osteogénesis imperfecta, retinoblastoma, leucemia, tumores del sistema nervioso central y mama. En la parte obstétrica se lo ha asociado con preeclampsia, parto pretérmino y bajo peso al nacer, independientemente de la edad materna. Además, se correlaciona con muerte fetal tardía y aumento de la mortalidad en los primeros 5 años.

Edad avanzada del varón y resultados en los tratamiento de reproducción asistida En reproducción

En reproducción humana la alteración de los parámetros seminales clásicos (concentración, movilidad y morfología), influye en los tratamientos con inseminación, pero se ve minimizada en los tratamientos que requieren fertilización in vitro, y especialmente ICSI.

Los hallazgos espermáticos descritos anteriormente producto del envejecimiento se han correlacionado ocasionalmente con una disminución de la tasa de fecundación, detención en el desarrollo embrionario a partir del tercer día, relacionada con la activación genómica paterna del embrión que se produce a partir de este día y que se reflejaría en la disminución del número de embriones que evolucionan a blastocisto, y aborto; sin embargo, los principales parámetros de éxito reproductivo como son las tasas de implantación y embarazo evolutivo, no se ven afectadas en estos pacientes.

El que la edad avanzada influya negativamente en la reproducción natural y con las técnicas de reproducción asistida, no implica que sea un limitante para que varones de edad avanzada busquen un embarazo, ya que la literatura describe que hombres de 70 a 80 años han tenido parejas con embarazos que han evolucionado normalmente, habiendo tenido hijos sanos. Muchos de los aspectos respecto a la edad del varón y la fertilidad tendrán que investigarse; sin embargo, actualmente con el uso de óvulos donados de pacientes jóvenes, se observan mejores resultados reproductivos, ya que este gameto  minimizaría los efectos del daño espermático sobre los resultados de la fertilización in vitro.

En pacientes masculinos de edad avanzada, no deben descartarse las anomalías genitourinarias o consumo de sustancias tóxicas tales como tabaco, alcohol y/u otras drogas que deterioran adicionalmente la funcionalidad espermática.

El avance de la investigación en reproducción humana y las técnicas auxiliares de selección espermática tienden cada vez a solucionar de mejor manera los problemas que puedan presentarse en los tratamientos reproductivos de baja y alta complejidad al que necesiten someterse los pacientes masculinos de edad avanzada, recurriendo incluso cuando sea necesario al uso del diagnóstico preimplantacional, para que puedan tener bebés sanos.

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