Consiste en transferir un embrión de quinto día (blastocisto) que tiene un componente genético materno y paterno diferente al de la pareja o al de la madre en solitario, está indicada en personas infértiles que deseen un hijo y carezcan de óvulos y espermatozoides adecuados, así como en personas que tienen antecedentes de enfermedades genéticas y que por motivos económicos no pueden realizarse los estudios diagnósticos que les brinden la certeza de que sus propios embriones están exentos de transmitir una enfermedad a su descendencia, este tratamiento les ofrece a las parejas un ahorro de tiempo y costo, así mismo el embrión que se asignará a la receptora, tiene que ser compatible en cuanto al grupo de sangre, factor RH y fenotipo.
Son embriones procedentes de doble donación (óvulo y espermatozoide), de pacientes que tienen paridad satisfecha que en forma altruista y sintiéndose emocionalmente beneficiadas, deciden donarlos para que otras personas que lo necesitan se beneficien con ellos o también proceden de personas que por motivos morales, religiosos o económicos no desean mantenerlos vitrificados y deciden donarlos; pueden ser embriones frescos o congelados. Cuando se trata de embriones congelados la tasa de supervivencia de estos embriones es alta y bordea el 95 % y con una (con una tasa de gestación de alrededor de 35 al 40%)
Son varias, la receptora no tiene que utilizar hormonas para la estimulación ovárica controlada, así mismo no tiene que someterse a anestesia para la aspiración folicular, lo que reduce notablemente el costo del tratamiento de reproducción asistida; no estar pendiente de cómo fecundaron los óvulos, como dividieron y evolucionaron los embriones, no estar en lista de espera y tener comodidad para la transferencia de los mismos, ya que esta puede realizarse en un ciclo natural o en ciclo sustituido cuando los embriones están congelados, en este último caso con una preparación endometrial con el uso de medicación oral y vaginal.