¿Qué hacer ante una prueba de embarazo negativa luego de un tratamiento de reproducción asistida?
El tiempo de espera para realizarse la prueba de embarazo en sangre (13 días postransferencia) u orina (15 días postransferencia), es un periodo en que la mayoría de parejas presentan ansiedad, la misma que puede verse acentuada cuando días antes de la fecha a realizarsela tiene sangrado, por lo que quienes la hemos atendido deberemos estar atentos y explicarle que puede ser debido a la implantación embrionaria, en ocasiones la paciente refiere presencia de síntomas de embarazo, otras veces no tiene ninguna sintomatología, situaciones que son totalmente normales dependientes en muchos casos de la personalidad y otras veces pueden deberse a la medicación que se encuentra recibiendo (progesterona, estrógenos, etc.).
Cuando la prueba es negativa la paciente entra en una etapa de duelo por su deseo de tener un hijo, después de haberse sometido a estudios invasivos y a veces dolorosos (histerosalpingografía, histerosonografía, ecografías endovaginales, laparoscopias, histeroscopias, etc.), así como a la estimulación hormonal, la punción ovárica y la transferencia embrionaria, a lo que se añade, que en algunos casos la causa de infertilidad radica en el varón, acentuándose sus sentimientos de tristeza cuando ella percibe que el hombre se enfrenta a la situación de una manera indiferente o poco expresiva.
El equipo multidisciplinario de profesionales del IQUI comprende que descubrir que no se puede lograr un embarazo es una situación muy traumática para la que las parejas no están preparadas, crisis que se acrecenta con una prueba de embarazo negativa luego de un tratamiento; por ello con el objetivo de atenuar esta situación, contamos con una profesional en psicología con experiencia en el manejo de estas delicadas situaciones, quien se encarga de brindar la contención emocional oportuna y necesaria.
¿Qué debo conocer para intentar un nuevo tratamiento de reproducción asistida?
Luego de una prueba de embarazo negativa y durante el tiempo de asimilación de este resultado por parte de la paciente y de la pareja, desde la recepcionista hasta el médico tratante deben acompañarla con comprensión, respeto, privacidad y tacto, así como aprovechar todas las líneas de comunicación existentes, con una mente abierta y sin prejuicios no limitarse solamente a lo científico y tecnológico y relegar lo humano y psicológico. La paciente va a tener algunas naturales dudas: ¿cuál es mi posibilidad real de embarazarme?, ¿se hizo todo lo necesario para que me embarace?, ¿qué hice/qué hicimos mal para tener este resultado?.
En el IQUI les animamos a las pacientes a continuar con su tratamiento, explicándoles que luego de 3 transferencias embrionarias el porcentaje de éxito bordea el 95 %, recalcando que en algunos casos, incluso cuando a pesar de haber agotado todos los recursos por parte de la paciente y del equipo médico, no se puede lograr un embarazo; ya que el conseguir una gestación humana es un proceso sumamente complejo de manera natural y mucho más con técnicas de reproducción asistida, en donde pese a toda la investigación existente esta sigue siendo parcial, probablemente pequeña y va “rozando la superficie del conocimiento”.
¿Qué estrategia seguimos tras una prueba de embarazo negativa?
El equipo de especialistas del IQUI analiza pormenorizadamente e individualiza cada caso, ya que un resultado negativo implica también un fracaso de tratamiento, por lo que implementamos los nuevos recursos que actualmente disponemos para casos de pacientes con baja reserva ovárica, endometriosis, ovario poliquístico, aborto a repetición, en los que la consecución del embarazo tiene particularidades propias, siendo necesario el tener que recurrir a técnicas aún más sofisticadas, como las genéticas en la pareja, diagnóstico preimplantacional en el embrión, y estudio de la receptividad endometrial. Con estos recursos bien aplicados la mayoría de nuestras parejas consiguen una gestación evolutiva normal.