La transferencia embrionaria intrauterina es el proceso mediante al cual se depositan en el útero de la mujer los embriones generados en el laboratorio de fertilización in vitro. Es el último paso de las técnicas de reproducción asistida y puede definir el resultado. Se realiza con la ayuda de control ecográfico abdominal. Con un catéter blando se depositan los embriones a través de la vagina, canalizando el cuello uterino hasta llegar al tercio medio de la cavidad endometrial.
La transferencia embrionaria es un procedimiento estandarizado. El médico debe hacer una prueba de transferencia en la consulta para determinar con antelación el grado de dificultad y para, en los casos difíciles, poder considera la posibilidad de una cervicohisteroscopia o dilatación cervical, que deben realizarse obligatoriamente en un ciclo previo a la TE.
Para realizar la transferencia embrionaria, la paciente es colocada en posición de decúbito supino, siendo importante que tenga la vejiga llena (aunque no en exceso). Se introduce un espéculo estéril para visualización del cérvix, que es limpiado con medio de cultivo. Se realiza nuevamente otra prueba de transferencia con el catéter elegido para comprobar que no se ha modificado la dificultad. La/el embrióloga/go carga los embriones en el catéter. Se canaliza el cérvix cuidadosamente hasta el centro de la cavidad endometrial a 1,5 cm del fondo (tercio medio de la cavidad uterina), evitando tocarlo, retirando después lentamente el catéter. La/el embrióloga/o comprueba en el laboratorio que no hayan quedado embriones retenidos en el catéter. Posteriormente la paciente permanece acostada de 5 a 10 minutos con las piernas dobladas, luego de lo cual puede retirarse.