¿Cómo afecta el tabaco a la fertilidad?
¿Cómo afecta el tabaco a la fertilidad en la mujer?
El tabaco contiene más de 4.000 componentes, algunos de ellos con claros efectos tóxicos principalmente la nicotina, el cadmio y los hidrocarburos policíclicos aromáticos. Se estima que las mujeres fumadoras tienen el 50 % menos de probabilidades de concebir y un 13 % de los casos de infertilidad se producen por causa de este tóxico, según la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASMR).
Los estudios han evidenciado que los metabolitos del tabaco producen alteración en: el crecimiento folicular y disminución en el número de folículos, con la consecuente disminución en la producción de óvulos, principalmente por acción del cadmio; alteraciones en la maduración ovocitaria (alteración en la meiosis y aneuploidías), debido a errores meióticos por la acumulación de cadmio y nicotina. Diversos compuestos presentes en el tabaco podrían actuar de Disruptores Endocrinos (sustancia química exógena, que tiene efectos adversos para la salud de un organismo sano o de su descendencia) ejerciendo su efecto en distintos puntos del proceso reproductivo, teniendo actividad progestogénica y antiestrogénica, dependiendo de la dosis. El cadmio se absorbe rápidamente y en dosis altas disminuye la esteroidogénesis, este mismo efecto se atribuye a los benzopirenos. Las mujeres que fuman más de 10 cigarrillos al día tienen más dificultad para lograr un embarazo espontáneo y varios autores han descrito la anticipación de la menopausia en un mínimo de 2 años con respecto de las no fumadoras, además en fetos de mujeres fumadoras tras interrupciones legales de embarazo, se han encontrado menor número de ovogonias y células somáticas que sugiere el efecto negativo, precoz e irreversible del tabaquismo materno. En fumadoras activas y pasivas se han detectado niveles de la hormona antimulleriana (HAM) más bajos con igualdad de niveles de FSH y estradiol basales y también niveles de FSH basales más elevados.
¿Cómo afecta el tabaco a la fertilidad en el varón?
El tabaquismo es un factor predictivo de infertilidad en los varones. Se ha observado un incremento del tiempo necesario
para conseguir un embarazo de forma natural en parejas donde el varón fuma más de 15 unidades/día. También se ha reportado una mayor tasa de pérdida inicial de la gestación en mujeres no fumadoras cuyas parejas son grandes fumadores (> 20 unidades/día). La causa de estas pérdidas gestacionales puede deberse al tabaquismo pasivo de la mujer o al daño del ADN espermático originado por el aumento del estrés oxidativo que ocasionan los metabolitos del tabaco. A lo anterior se suma la disfunción eréctil que ocasiona su consumo permanente.
¿Por qué mecanismo el tabaco afecta la calidad seminal?
La hipótesis más probable es el estrés oxidativo, que altera la calidad espermática. Algunos estudios indican que el tabaco incrementa la concentración de sustancias oxidantes y disminuye los niveles de sustancias antioxidantes en el plasma seminal, como el tocoferol y el ácido ascórbico. Los fumadores presentan en el semen un incremento significativo en la concentración de cadmio, plomo, malondialdehyde, carbonilos proteicos, especies reactivas del oxígeno (radicales libres), con un incremento de los marcadores de estrés oxidativo. Este incremento puede producir alteraciones en los lípidos y proteínas. Los estudios experimentales muestran diversas alteraciones moleculares y de concentración de componentes del líquido seminal, como la afectación de la actividad calcio-ATPasa de la membrana plasmática y movilidad de los espermatozoides, que pueden ser atribuidos a un incremento en las concentraciones de cadmio y a la reducción del zinc en el líquido seminal ocasionado por el tabaco.
Otra vía por la que el tabaco puede afectar al semen es la producción de alteraciones genéticas en los espermatozoides, de tal forma que se ha asociado el tabaquismo a una mayor fragmentación del ADN espermático. También se ha estudiado el impacto del tabaquismo sobre la incidencia de aneuploidías en los espermatozoides, aunque con resultados dispares. En general, parece que el consumo del tabaco incrementa el índice de aneuploidías en el semen para algunos pares de cromosomas (por ejemplo, de los cromosomas 1 y 13), aunque con una marcada variabilidad interindividual.
En el caso de los hombres fumadores se sugiere el abandono del hábito del tabaco para mejorar la calidad espermática, complementada con el uso de antioxidantes para disminuir la fragmentación del ADN.
¿Me afecta el tabaco si deseo embarazarme de manera natural?
Existe una asociación negativa entre el tabaco y la probabilidad de gestación, Según datos de la OMS, “un tercio de las mujeres en edad de concebir son fumadoras”. Los metabolitos del tabaco afectan a la foliculogénesis, la esteroideogénesis, el transporte embrionario a través de la trompa y la receptividad endometrial, incluso posteriormente aumentan el riesgo de aborto. Según la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (SAMR), aproximadamente, el 13 % de la infertilidad podría ser atribuible al consumo de tabaco. Debe tenerse en cuenta también el riesgo del tabaquismo pasivo en caso de que la pareja fume.
¿Cómo influye el tabaco en las técnicas de reproducción asistida?
Los estudios han demostrado que el tabaquismo, tanto femenino como masculino, reduce la tasa de éxitos de la fertilización in vitro en términos de embarazos clínicos y afecta a las tasas de fecundación, implantación y embarazo clínico.
Así, en mujeres no fumadoras se ha observado una reducción de la tasa de embarazo clínico en la FIV clásica del 32 al 18 % cuando el varón era fumador. Puesto que el tabaco afecta a la función de la membrana espermática y a la capacidad de capacitación y penetración del espermatozoide en el óvulo, se llegó a pensar que se obtendrían mejores tasas de éxito en fumadores si se utilizaba la ICSI al saltarse el primer paso de la fertilización natural. Sin embargo, aunque algún estudio ha demostrado que la tasa de fertilización ovocitaria en ICSI no se ve influenciada por el tabaquismo del varón, sí se ha visto una influencia negativa tanto en la implantación como en el embarazo clínico. En mujeres no fumadoras sometidas a ICSI se ha evidenciado una reducción de la tasa de embarazo clínico del 38 al 22 % cuando el varón era fumador.
Las mujeres fumadoras necesitan en promedio, el doble del número de ciclos que las no fumadoras para lograr un embarazo. Precisan dosis mayores de gonadotropinas para la estimulación ovárica, los niveles de estradiol se encuentran disminuidos, se obtienen menos óvulos maduros, y se observa una tasa menor de fecundación y menos embriones por ciclo. Las tasas de implantación y de gestación son también menores y la tasa de aborto está incrementada en los ciclos de FIV o ICSI. En el varón el tabaco produciría una mala calidad seminal con un mayor número de espermatozoides con daño en su ADN, secundarios al estrés oxidativo, dificultando aún más la posibilidad de lograr un embarazo evolutivo.