¿En qué consiste el lavado seminal que se realiza en pacientes con hepatitis C, B y HIV?
En pacientes con diagnóstico de hepatitis C, B y VIH, y que su pareja es seronegativa, para evitar el contagio con estas infecciones a través del fluido seminal, y en el caso de un embarazo para evitar el contagio al feto, es posible conseguirlo sin que existan riesgos ni para la paciente ni para su bebé, por ser estas enfermedades de carácter crónico y en muchos casos mortales. La muestra se obtiene por masturbación en un envase estéril, con una abstinencia de 3 a 5 días, después de su licuefacción a 37 °C y homogenización, se analizan los parámetros seminales (concentración y movilidad) según la OMS 2021. La morfología espermática no es evaluada en este tipo de muestras por motivo de seguridad, ya que no es recomendable trabajar con elementos cortantes, tratando muestras infectadas con hepatitis C o VIH.
Las posibilidades de transmisión de estas enfermedades se minimizan al máximo en el laboratorio de andrología mediante varios «lavados» del semen con los que se eliminan las partículas virales que se hallan en el plasma seminal y en otras células, de esta manera nos aseguramos de que los espermatozoides estén libres de enfermedad. El «lavado» lo realizamos mediante la repetición de la técnica de gradientes de densidad y swim-up. En el primer «lavado» se reduce la carga vírica alrededor de 10.000 veces, en el segundo «lavado» esta se reduce 100.000 veces más y con el último que se realiza mediante swim-up se reduce otras 100.000 veces. La muestra obtenida se divide en dos fracciones, la una para estudio de PCR y confirmar la ausencia de virus y el resto se congela para ser usado en fertilización in vitro o inseminación si la recuperación espermática ha sido muy buena.
En estas parejas lo ideal es la fertilización in vitro con ICSI, ya que de esta manera se logra una exposición inferior de los gametos en relación con la inseminación, que requiere millones de espermatozoides, a pesar del mayor costo del ICSI su eficacia evita la reiteradas y costosas pruebas virológicas del semen y los varios ciclos de estimulación ovárica, además que nos permitiría conseguir un embarazo en un menor tiempo.
Cuando se termina el proceso de «lavado» seminal, los espermatozoides quedan libres del virus en un gran porcentaje de ocasiones, pudiendo lograrse un embarazo con los mismos.